junio 02, 2009

Casi llegan a los mineros muertos en Pasta de Conchos


Nueva Rosita, Coah.- En el curso de unos 30 días, los trabajos de restauración que se realizan desde hace seis meses dentro de la mina Pasta de Conchos podrían acercarse al sitio donde se encontrarían los cadáveres de unos 20 trabajadores que junto a otros 45 perdieron la vida en un accidente ocurrido la madrugada del 19 de febrero del 2006.

Pero llegar ahí no es fácil, pues implica terminar de sacar miles de galones de agua producto de una inundación que se registró luego de que parte de la mina explotó.

Debajo de la mina la distancia se mide en diagonales, que son espacios de donde parten las excavaciones hechas para extraer el mineral. Los socavones se encuentran a unos 50 metros de distancia uno del otro y en algunos casos la altura sólo permite a los obreros desplazarse agachados.

La inundación originalmente inició en la diagonal 17 y se extendió hasta la diagonal nueve, es decir, entre 850 y 450 metros de distancia desde la plancha de la mina.

Sin embargo, obreros contratados por el organismo laboral “La Otra Obrera”, el cual es filial de “La Otra Campaña” que integra a la guerrilla zapatista y del Partido Comunista, desde noviembre se han dado a la tarea de restaurar la cantera para facilitar la recuperación de los cadáveres. “Lo primero que teníamos que hacer era reintegrar la energía eléctrica para poder echar a andar la bomba extractora de agua que tenemos dentro de la mina y que nos ha permitido ir sacando el agua que había por la inundación”, explicó el ingeniero Mario Castillo, especialista en instalaciones eléctricas.

En la extracción del agua y rehabilitación del interior de la mina trabajan 21 obreros distribuidos en tres turnos. Los trabajos los coordina un minero con experiencia de 35 años, don Gilberto Solís, quien perdió a su hijo y a un sobrino en la tragedia minera del 2006.

“Nos encontramos con unos 350 ó 400 metros inundados, desde la diagonal 17 hasta la nueve, pero hemos sacado la mayor parte del agua y consideramos que a más tardar en un mes vamos a secar por completo la mina.

“El trabajo que sigue entonces es sacar un caído (derrumbe) que está en la diagonal 17, pasarlo y llegar hasta la diagonal 20 ó 21 soportando bien el techo y las paredes de la mina. La idea que tenemos es meterle soportes de acero, no de madera, como había antes del accidente, sino de acero; vamos a meter un túnel de acero para que no haya problema y los trabajos se realicen con la mayor seguridad”, explicó.

Sin embargo, señala que “el problema que tenemos ahorita es que no sabemos de dónde vamos a sacar para preparar el túnel de acero y para instalarlo.

Necesitamos más apoyo”
Dijo que estos trabajos son indispensables, pues en teoría entre las diagonales 18 y 20, o lo que es lo mismo, a 900 o mil metros de distancia de la plancha de la carbonera estarían los cadáveres de 20 trabajadores.

“Nosotros creemos que puede haber varios cuerpos, si bien no la mayoría, sí varios, porque es un lugar donde los mineros se juntaban para echar el lonche.

Ahí se juntaban y el problema fue más o menos a la hora en que echaban lonche”, dijo en entrevista.

“La Otra Obrera” apaga entre 500 y 700 pesos semanales a los 21 trabajadores que restauran el interior de Pasta de Conchos. Para soportar el gsto, el organismo realiza a nivel nacional una campaña de recolección a través de boteo en las calles y cruceros que se denomina “Un Peso para el Rescate”.

También han organizado bailes populares y un grupo de viudas de los trabajadores que murieron hace tres años eventualmente realizan tamaladas para recaudar fondos.

“La lucha para recuperar los cuerpos de los mineros la realizamos desde varios frentes. Al Sindicato Minero Nacional le corresponde reunir fondos para mantener los trabajos dentro de la mina, aunque por los problemas que enfrentan no lo han podido cumplir. “Hay un grupo de viudas que se coordinan con Pastoral Laboral (de la Diócesis de Saltillo), para realizar la defensa jurídica de la causa y nosotros como “La Otra Obrera” estamos a cargo del trabajo dentro de la mina; estamos desaguando la mina y asegurándola para poder llegar a donde están los cuerpos”, explicó el activista Fernando Acosta, coordinador de éste último organismo.

Y efectivamente, aunque las diferencias entre los grupos involucrados en ocasiones parecen irreconciliables, todos están conscientes de que persiguen el mismo objetivo.

“Ha habido diferencias, sobre todo de forma de pensar y de hacer las cosas, pero sabemos que de una u otra manera todos buscamos lo mismo, que es recuperar los cuerpos de nuestros seres queridos, que están allá abajo, y los queremos con nosotros para rendirles tributo con una sepultura que se merecen”, señaló María Teresa Contreras Rodríguez, entrevistada en las afueras de una fonda que se localiza en el centro de Nueva Rosita, la cual le permite mantener económicamente a su hijo y a su padre, confesó:

“Han sido momentos muy difíciles los que hemos vivido a lo largo de todo este tiempo. La empresa (Grupo México) sigue empecinada en que no se logre el rescate de los cuerpos, porque no quiere que se evidencien las pésimas condiciones de seguridad en que tenía a los trabajadores.

“Sin embargo yo tengo un objetivo, que es recuperar el cuerpo de mi marido y sepultarlo como se merece, no dejarlo ahí, como si no hubiera valido nada y como si no significara nada para nosotros. Yo creo que ése es el objetivo común que muchas viudas buscamos, recuperar los cuerpos y lo vamos a lograr, estamos a punto de lograrlo”, puntualizó.


Tomado de Peridico Zócalo.

http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/102755

No hay comentarios:

Publicar un comentario